viernes, 15 de enero de 2010

- Primera entrega -

Ezequiel tiene ojos negros, pestañas largas y una sonrisa tímida instalada en los labios.
Me mira largamente sin saber que decir y en mi se genera un debate que parece no tener solución inmediata.

Ezequiel tiene 15 años y vive a dos cuadras del colegio. La primavera se acerca y poco me importa que durante el verano haya tenido algo con mi amiga. Lo único que importa es que me diga que si, que acepte compartir estos meses de obligada compañía y me ayude a olvidarme de su homónimo. Ese, que me robó mucho más que un beso en el boliche de moda de la zona.

Yo estoy por cumplir 16 y hace un tiempo descubrí que ya no puedo pasarme el día jugando al futbol y a las escondidas con mis hermanos. Parece que estoy dejando de ser una nena y tengo mucho por aprender, pero me cuesta abandonar mi infancia (y se que siempre me costará)...

Lo primero es despertar su interés, después, conseguir su ICQ y una vez que pueda hacer uso de esa herramienta, solo restará concretar la cita.

-DP-

PD: Asi comenzó la historia, hace muchos años atrás...