El día que se conocieron la atracción fue total.
Ambos intentaron ocultarla detrás de mil excusas y evitaron cruzar palabras con el miedo a no poder callarlas más tarde...
Pasaron horas con la mente perdida en el recuerdo del otro hasta que, en algún momento, el destino volvió a juntarlos.
Esta vez, nada iba a impedir el encuentro. Los dos se habían preparado para la ocasión y no podían dejar pasar la oportunidad.
Fue entonces cuando él empezó a hablarle de cuanto le gustaba el silencio de la noche cayendo en la ventana de una habitación con vista a la nada.
Y ella le contó que amaba el ruido de la ciudad porque la hacía sentir viva, independiente, prescindible...
Ella dijo que caminaba mirando al cielo, que soñaba con volar y recorrer el mundo.
Él le habló de su miedo a las alturas, de lo pegado que era a su vida y sus costumbres...
Y hablaron de ambiciones, de rutinas, de proyectos, de certezas...
Se hicieron preguntas existenciales y jugaron a evitar las respuestas.
Se miraron,
Se sintieron,
Se besaron,
Se perdieron,
Se juraron,
Se enamoraron...
Y poco importaron las diferencias, las distancias, los sueños y secretos personales...
Lo único que importó, al menos en ese momento, fue el saberse uno, en esa conjunción total y absoluta que solo sucede en contadas ocasiones...
Y no, en ese momento no importó nada más...
Pero...
Eventualmente empezó a importar...
- DP -
PD: E poi io non lo so, chi c'ha raggione oppure no. Ma che son guai se te ne vai, questo lo so. E so anche che, ci basta un giorno a me e a te. Por torni tu o vengo io, ma non è un addio...
Volver a los lugares donde se fue feliz
Hace 3 años.
